No se puede aprender a nadar o montar en bici por internet – hay que practicar y se aprende a base de errores. ¡Pasa lo mismo con los idiomas! Sin duda lo ideal sería pasar una estancia en un país de habla inglesa, la cual aportaría muchas oportunidades para practicar y perfeccionar el inglés. Sin embargo la realidad es que las exigencias de nuestros estudios y/o el trabajo significa que no siempre podemos permitirnos este lujo, por lo cual apuntarse en una academia de confianza, como Blue Door, ofrece una oportunidad de compaginar la práctica y perfeccionamiento del inglés con las demás responsabilidades y sin desplazarse.
Pero apuntarse es sólo el primer paso. Hay que ser un miembro activo del grupo, aprovechando todas las oportunidades que nuestros grupos reducidos (máximo de seis alumnos) ofrecen. Si no hablas, no te equivocas, si no te equivocas, no te corrigen, y si no te corrigen, no avanzas. Por lo contrario, si hablas, aunque te equivocarás, te corregirán y así mejorarás y avanzarás.
Fuera de clase, también puedes aprovechar todos los recursos a tu disposición: leer en inglés ayuda a mejorar la comprensión lectora y el vocabulario (en Blue Door disponemos de biblioteca con más de 500 libros que se pueden coger prestados gratuitamente), ver películas en versión original (también tenemos videoteca con más de 400 películas y series en versión original) o escuchar programas y canciones en versión original mejorará la comprensión auditiva, etc. En fin, recomendamos que practiques todo lo que puedas. Y sobre todo, que disfrutes, ya que el aprendizaje de otro idioma no tiene por qué ser desagradable sino que debe ser una experiencia muy agradable. Nosotros pondremos de nuestra parte para que sea así. ¿Y tú?
– Aidan O’Toole (Director de Academia Blue Door)